Como dijo una vez la reconocida escritora C. Joybell C.: “Nunca estás completamente vestido sin perfume”.
El perfume se ha convertido en una parte cotidiana de nuestras vidas, pero ¿de dónde proviene esta tradición? ¿Cómo surgieron los perfumes?
La historia de los perfumes se remonta a hace unos 3500 años, cuando los sumerios en Mesopotamia crearon una civilización avanzada en la destilación de aceites y la elaboración de ungüentos aromáticos. Fue gracias a dos mujeres, Taputti y Ninu, que los aceites aromáticos se utilizaron por primera vez en la corte del rey sumerio.
Los conocimientos de los sumerios llegaron a Egipto, donde la destilación se desarrolló aún más y se añadieron nuevas materias primas. Al principio, los aceites solo se utilizaban como ofrendas a los dioses o en los famosos embalsamamientos del faraón.
Hace unos 2000 años, el Imperio Romano adquirió el conocimiento de las esencias a través de sus conquistas en Grecia y Egipto. Fue en Roma donde se creó el primer gremio de perfumistas llamado “Ungüentari” y se le dio nombre al perfume (“Profumo”, del latín “a través del humo”). Con el nacimiento de los baños públicos y los masajes, los perfumes recibieron una nueva innovación.
En la época bizantina, hubo un resurgimiento de los perfumes a través de las rutas comerciales que llegaban desde Oriente. En 1370, se produjo el primer perfume a base de alcohol de la historia, un elixir de un alquimista como regalo para la reina Isabel I de Hungría, conocido como el famoso “Agua Húngara”.
El Renacimiento marcó el renacimiento de las artes y las ciencias hace unos 500 años. Hubo una apertura de nuevas rutas marítimas que trajeron nuevos materiales de América y Asia a Europa. La alquimia y la perfumería crecieron rápidamente. En 1533, Catalina de Médicis puso de moda los guantes perfumados para la corte. Fue la primera vez que los perfumes se utilizaron para vestir, agradar y seducir.
Hace unos 100 años, nació la perfumería moderna tal como la entendemos hoy en día, durante la “Belle Epoque”, cuando surgieron las casas Guerlain, Chanel y Coty. Fue el nacimiento de los aldehídos en los perfumes y se industrializó el mundo del perfume.
Hoy en día, el perfume es un accesorio indispensable para hombres y mujeres. El perfume nos da identidad, ya sea por reconocimiento o para transmitir una imagen. Siempre dejará una huella en la memoria de los demás, como dijo Coco Chanel: “El perfume anuncia la llegada de una mujer y prolonga su partida”.